«¿Acaso os sorprende que vuestro Señor os haga llegar una llamada al recuerdo por medio de un hombre de los vuestros, para amonestaros? Recordad cuando os nombró sucesores, tras el pueblo de Noé y os dio una gran corpulencia.» «Recordad, pues, las bendiciones de Dios, para que, así, tengáis éxito.»