Pero siempre que mandamos antes de ti a un enviado o a un profeta, y éste concebía esperanzas [de que sus advertencias serían escuchadas], Satán ponía en entredicho sus propósitos reales: pero Dios anula los infundios de Satán; y Dios hace Sus mensajes claros por y en sí mismos --pues Dios es omnisciente, sabio.